Qué pasa si comes carne cruda
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Qué pasa si comes carne cruda

El consumo de carne roja cruda es común en todo el mundo. Aunque para algunos puede parecer extraño, en realidad forma parte de la dieta y la cultura culinaria de varias regiones. 

Pero ¿qué pasa si comes carne cruda? 

Los riesgos asociados, sus beneficios y mitos, así como las medidas de seguridad necesarias para quienes eligen incluir esta preparación en su dieta es lo que veremos a continuación.

La tradición de comer carne cruda se remonta a miles de años atrás en diversas culturas. 

  • En Etiopía, el kitfo, hecho de carne de vaca cruda finamente picada y condimentada con especias, es un plato nacional. 
  • En Europa, el steak tartar, una preparación de carne de vaca cruda picada o molida, mezclada con ingredientes como yema de huevo, cebollas y especias, es ampliamente apreciado. 
  • Asia también tiene sus variantes, como el yukhoe en Corea, que se asemeja al steak tartar pero con un toque y sabor únicos de la cocina coreana.

Estas prácticas no solo muestran la diversidad gastronómica mundial, sino también cómo diferentes culturas han manejado el consumo de carne cruda con técnicas específicas para garantizar su seguridad y disfrute.

 

¿Qué pasa si comes carne cruda?

Comer carne cruda significa consumir carne de vaca, cordero, cerdo, o de otros mamíferos sin cocinarla. Este método de consumo mantiene intactas las características originales de la carne, como su sabor, textura y color. Sin embargo, no está exento de riesgos, relacionados principalmente con la presencia de patógenos que pueden ser eliminados mediante la cocción, esta forma de comer carne tiene tanto beneficios nutricionales como riesgos potenciales, y algún que otro mito que vamos a desmontar.

Beneficios nutricionales

En cuanto a los beneficios nutricionales de la carne cruda, es cierto que esta conserva al máximo sus niveles de ciertos nutrientes sensibles al calor, como algunas enzimas y vitaminas solubles en agua. 

La carne roja es una fuente excelente de proteínas de alta calidad, hierro hemo, zinc y vitaminas del complejo B, independientemente de si se consume cruda o cocida.

Sin embargo, el valor adicional de estos nutrientes conservados no debe sobreestimar los riesgos asociados con patógenos y parásitos. Para la mayoría de las personas, los beneficios nutricionales de la carne pueden aprovecharse plenamente a través de métodos de cocción seguros, sin necesidad de consumirla cruda.

Mitos populares desmentidos

Uno de los mitos más comunes es que comer carne cruda es más saludable porque la cocción destruye sus nutrientes esenciales. Si bien es cierto que algunos métodos de cocción pueden reducir ciertos nutrientes, como las vitaminas B, la diferencia no es tan significativa como para argumentar a favor del consumo de carne cruda, especialmente cuando se ponderan los riesgos de infecciones y enfermedades.


Otro mito es que la carne cruda es más "natural" y por lo tanto, mejor para nuestra dieta. Sin embargo, nuestro sistema digestivo y nuestra fisiología han evolucionado para manejar tanto alimentos crudos como cocidos. La cocción, de hecho, hace que ciertos nutrientes sean más accesibles para nuestro cuerpo y elimina patógenos que pueden ser dañinos para nuestra salud.

 

Riesgos de comer carne cruda

El consumo de carne roja cruda no está exento de riesgos, principalmente debido a la posible presencia de patógenos y contaminantes. Es crucial estar informado sobre estos riesgos para tomar decisiones conscientes sobre nuestra alimentación.

Infecciones bacterianas

Las infecciones bacterianas son uno de los principales peligros asociados con el consumo de carne cruda.

Salmonelosis

La salmonelosis, causada por bacterias del género Salmonella, puede estar presente en la carne roja no cocida. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea y fiebre. La clave para prevenir la salmonelosis es asegurar una manipulación higiénica y una cocción adecuada de la carne.

E.coli

La bacteria Escherichia coli, especialmente las cepas O157:H7, puede contaminar la carne roja. Esta infección puede causar síntomas graves como diarrea intensa, dolor abdominal, y en casos extremos, insuficiencia renal. La prevención se basa en el consumo de carne bien cocida y la higiene en su manipulación.

Listeriosis

La Listeria monocytogenes es otra bacteria que puede encontrarse en la carne cruda, causando la listeriosis. Aunque los síntomas pueden ser leves en personas saludables, son particularmente peligrosos para embarazadas, recién nacidos, y personas con el sistema inmunitario debilitado, pudiendo resultar en complicaciones graves.

Parásitos y enfermedades

Además de las bacterias, los parásitos presentes en la carne cruda pueden causar enfermedades.

Teniasis

La ingesta de carne contaminada con larvas de Taenia solium (tenia de cerdo) o Taenia saginata (tenia de vaca) puede provocar teniasis. La infección se manifiesta como dolores abdominales, pérdida de peso y otros síntomas digestivos.

Toxoplasmosis

La toxoplasmosis, causada por el parásito Toxoplasma gondii, puede transmitirse a través de la carne cruda o mal cocida. Aunque a menudo es asintomática, puede ser grave para mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios comprometidos.

Riesgos vitales

Hepatitis E

El virus de la hepatitis E puede estar presente en la carne de cerdo cruda o poco cocida, representando un riesgo para quienes consumen este tipo de carne sin el tratamiento térmico adecuado

Contaminación química

La carne cruda también puede estar expuesta a contaminantes químicos, como metales pesados y residuos de pesticidas, que pueden acumularse en el organismo con el tiempo, representando un riesgo para la salud.

 

Medidas de seguridad al consumir carne roja cruda

Para aquellos que eligen incluir carne roja cruda en su dieta, es fundamental seguir medidas de seguridad para minimizar los riesgos para la salud. Aquí se detallan algunos consejos clave sobre la selección, manipulación, almacenamiento y preparación de la carne.

Selección adecuada de la carne

La selección de la carne es crucial. Opta siempre por carne fresca y de alta calidad, preferiblemente de fuentes confiables que sigan estrictas normas de higiene y seguridad alimentaria. Busca cortes de carne que estén específicamente destinados al consumo crudo y pregunta a tu carnicero sobre el origen y el manejo de la carne.

Manipulación y almacenamiento seguro

La manipulación y el almacenamiento seguro son vitales para prevenir la contaminación. Mantén la carne cruda separada de otros alimentos, especialmente aquellos que se consumen sin cocción, para evitar la contaminación cruzada. Utiliza utensilios y superficies limpios al preparar carne cruda y lávate las manos antes y después de manipularla. Almacena la carne en el refrigerador o congelador inmediatamente después de comprarla y asegúrate de consumirla dentro de su fecha de caducidad.

 

Preparaciones culinarias con menor riesgo

Algunas preparaciones culinarias presentan un menor riesgo cuando se consumen crudas, gracias a técnicas específicas que ayudan a minimizar la presencia de patógenos.

Tartar de carne

El tartar de carne es un plato que, cuando se prepara correctamente, puede ser seguro para el consumo. Se debe utilizar carne fresca y de alta calidad, típicamente lomo o solomillo, y picarla justo antes de servir. A menudo, se añaden ingredientes como yema de huevo, cebolla picada, alcaparras y especias, que deben ser igualmente frescos y de buena calidad.

Carpaccio

El carpaccio, que consiste en finas láminas de carne roja cruda, requiere una manipulación cuidadosa y una selección de carne impecable. Para garantizar su seguridad, la carne debe ser congelada previamente durante un período adecuado para matar parásitos potencialmente presentes, como la Toxoplasma gondii.

Estas medidas no eliminan completamente el riesgo, pero cuando se siguen rigurosamente, pueden reducir significativamente la posibilidad de enfermedades transmitidas por alimentos. La clave está en la higiene y el manejo cuidadoso en cada paso del proceso, desde la selección hasta el plato tal y como lo hacemos en Abrasador en casa.

 

¿Cómo detectar carne de calidad para consumo crudo?

Seleccionar carne de alta calidad es fundamental cuando se trata de consumo crudo. Aquí te explicamos cómo identificar la frescura y calidad de la carne, y la importancia de las certificaciones y el origen.

Indicadores de frescura y calidad

  • Color: La carne fresca debe tener un color brillante y uniforme, sin zonas oscurecidas ni decoloradas. Por ejemplo, la carne de vaca fresca suele ser de un rojo intenso.
  • Olor: Debe oler a fresco y no tener olores fuertes o desagradables. Cualquier olor ácido o amoniacal es una señal de que la carne no es fresca.
  • Textura: La carne debe ser firme al tacto y no pegajosa. Si la carne se siente viscosa, es mejor evitarla.
  • Embalaje: Asegúrate de que el embalaje esté intacto, sin daños ni fugas, lo cual podría indicar una manipulación incorrecta.
  • Fecha de caducidad: Siempre verifica la fecha de caducidad o la fecha de envasado para asegurarte de que la carne sea lo más fresca posible.