Platos típicos de Galicia
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Platos típicos de Galicia

La gastronomía gallega destaca por su sencillez y por el protagonismo del producto. Cada plato se apoya en ingredientes frescos del mar, la ría o el campo, preparados con técnicas tradicionales que respetan su sabor original.

Desde el pulpo á feira hasta el lacón con grelos, Galicia combina mariscos, carnes y guisos caseros en recetas que se transmiten de generación en generación. El resultado es una cocina honesta, contundente y llena de identidad, presente tanto en fiestas populares como en los hogares de diario.

Tipos de platos en la cocina gallega

La cocina gallega se organiza de forma natural en torno a su geografía: el mar, la ría y el interior rural. Esta variedad permite encontrar desde mariscos y pescados frescos hasta carnes de gran calidad o platos que combinan ambos mundos.

Platos de mar y ría (mariscos, pescados)

El litoral gallego ofrece una de las mayores despensas marinas de Europa. En las rías se recogen mejillones, almejas, berberechos, percebes y navajas, mientras que las lonjas abastecen de pescados como merluza, rape o sardina.

Los platos más conocidos son el pulpo á feira, las vieiras gratinadas, la caldeirada de pescado o el rodaballo al horno. La clave está en cocinar con sencillez: hervidos, a la plancha o al vapor, realzando el sabor natural con un toque de aceite, sal y pimentón.

Platos de tierra (carne, embutidos, guisos del interior)

En el interior de Galicia predominan los guisos contundentes y las carnes criadas en pastos. El cerdo es fundamental, y de él se aprovecha todo: lacón, chorizo, costilla o zorza. También es habitual la ternera gallega, reconocida por su calidad y sabor.

Entre los platos más representativos están el cocido gallego, la carne ó caldeiro y el lacón con grelos. Todos comparten una base común: productos sencillos, cocción lenta y acompañamientos que completan el plato, como patatas o grelos hervidos.

Platos mixtos y platos de transición (mar y tierra combinados)

Galicia también combina ingredientes del mar y de la tierra en recetas que muestran su diversidad. Ejemplos clásicos son la empanada de carne y atún, los guisos de arroz con marisco y pollo, o las fabas con almejas, muy típicas en las Rías Baixas.

Estas mezclas equilibran sabores y aprovechan los recursos de cada zona. La unión del marisco con carnes o verduras del interior define el carácter versátil de la cocina gallega, que cambia según la temporada y el lugar.

Recetas destacadas de Galicia (con ingredientes y pasos)

A continuación encontrarás una selección de platos típicos gallegos con sus ingredientes y pasos básicos, tal como se preparan en casas y restaurantes tradicionales.

Pulpo á feira / Pulpo a la gallega

Ingredientes clave

Pulpo, patatas, sal gruesa, pimentón dulce o picante y aceite de oliva virgen extra.

Paso a paso (cocción, “asustar” el pulpo)

  1. Limpia el pulpo y sumérgelo en agua hirviendo tres veces seguidas para “asustarlo”.

  2. Déjalo cocer entre 25 y 40 minutos según tamaño.

  3. Cuece las patatas aparte, córtalas en rodajas y colócalas como base.

  4. Trocea el pulpo con tijeras, espolvorea sal, pimentón y rocía con aceite.
    El punto exacto se nota cuando el pulpo está tierno, pero aún firme.

Consejos para conseguir la textura ideal

Congelar el pulpo antes de cocinarlo ayuda a romper fibras y ablandarlo sin perder consistencia.

Empanada gallega (de carne, de pescados o mixtas)

Masa, relleno, armado y horneado

  1. Prepara una masa con harina, aceite o grasa del sofrito, agua y sal.

  2. Sofríe cebolla, pimiento y tomate; añade el relleno (atún, carne, zamburiñas, etc.).

  3. Extiende dos planchas de masa, coloca el relleno y cierra los bordes.

  4. Hornea a 180 °C unos 40 minutos hasta que se dore.
    La clave es usar el aceite del sofrito en la masa para darle sabor auténtico.

Variantes regionales

En A Coruña se hace más fina y crujiente, mientras que en Lugo o Ourense la empanada suele ser más gruesa y jugosa.

Lacón con grelos

Ingredientes principales (lacón, grelos, chorizo, patatas)

Lacón salado, grelos, chorizos, patatas y aceite de oliva.

Preparación y orden de cocción

  1. Desala el lacón en agua durante 24 h.

  2. Cuécelo en una olla grande durante 1 h 30 min.

  3. Añade los chorizos y las patatas peladas.

  4. Agrega los grelos al final para que mantengan su color.
    El orden es esencial para que cada ingrediente quede en su punto.

Raxo o zorza (cerdo adobado gallego)

Ingredientes del adobo (pimentón, ajo, aceite)

Magro de cerdo, ajo picado, pimentón dulce, sal y aceite de oliva. Se deja marinar al menos una hora.

Técnica de fritura y presentación

Fríe la carne en sartén con poco aceite a fuego medio-alto hasta dorar.
Sirve con patatas fritas y pimientos de Padrón.
El raxo lleva la carne limpia; la zorza incluye pequeños trozos más grasos del cerdo.

Carne ó caldeiro

Ingredientes para este guiso

Carne de ternera gallega, patatas, sal gruesa, pimentón y aceite.

Pasos del guiso y tiempos

  1. Cuece la carne con sal durante una hora y media.

  2. Añade las patatas en trozos grandes y continúa 25 min más.

  3. Sirve caliente con un chorrito de aceite y pimentón por encima.
    Sencillo, contundente y muy representativo de las ferias gallegas.

Cocido / caldo gallego

Ingredientes (legumbres, carnes, grelos)

Garbanzos o alubias, lacón, costilla, chorizo, ternera, patatas, grelos y unto.

Montaje por etapas

  1. Cuece primero las carnes y el unto para obtener un caldo base.

  2. Añade las legumbres y deja cocinar lentamente.

  3. Incorpora las patatas y los grelos al final.
    El secreto está en cocinar despacio para unir los sabores sin que nada se deshaga.

Ternera gallega / carne asada estilo gallego

Cortes recomendados

Rabillo, redondo o tapa de ternera gallega, preferiblemente de pasto.

Preparación, marinados y acompañamientos

  1. Marina la carne con ajo, vino blanco, aceite y laurel.

  2. Asa en horno a 180 °C durante 60–90 min, regando con su jugo.

  3. Acompaña con patatas panaderas, pimientos o una salsa de vino tinto.
    La ternera gallega se caracteriza por su ternura natural, por lo que no necesita cocción agresiva.